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miércoles, 11 de enero de 2012

En la orilla del río

Esta historia sucedió hace más de quince años, por el 87, eso creo, pero todo lo acontecido fue real. Soy de una ciudad del Perú llamada Hunacavelica, un lugar pequeño y tranquilo y por lo tanto no ocurrían muchas cosas extrañas por allí, y si algo verdaderamente extraño sucedía llamaba la atención de toda la población, absolutamente de todos sin excepción. 

El barrio por donde vivo queda cerca al río y es común ver todas las noches parejas de enamorados jurándose amor eterno, pues bien en ese año existió una joven muy hermosa que todos conocían con el nombre de Ángela, era muy bella y estaba de enamorada de un sargento de la policía a quien todos conocían como Beto, según rumores ambos estaban prestos para casarse e incluso ya tenían fijada una fecha para la boda, por las tardes, todos los días antes de ponerse el sol ambos paseaban por la orilla del río, lugar donde se habían conocido pues era sabido que Ángela vivía por ahí. 

Sin embargo no falta alguien que presa de la envidia siempre busca destruir la felicidad ajena y este fue el caso de Gladys, una chica que había estado enamorada de Beto pero la relación amorosa se terminó por el carácter posesivo y obsesivo de la misma, quien al saber que la boda de ambos estaba próxima inventó una historia acerca de que Beto tenía una amante para así separarlos.
La noticia llegó a oídos de Ángela a sólo días de la boda, se sintió traicionada y a pesar de las súplicas de su amado de que todo era mentira no quiso oír y corriendo llegó hasta la orilla del río. Beto que iba detrás de ella intentó explicarle una vez más que todas esas historias eran mentira no pudo hacerlo, pues antes de que pudiera alcanzarla, ella lo miro con los ojos llenos de lágrimas y sólo susurro:

- Juraste que siempre me amarías pero parece que tus palabras se las llevó el río- y diciendo esto se lanzó al río cuyas furiosas aguas la sepultaron para siempre. 

A pesar de todos los esfuerzos que hicieron, no se pudo rescatar el cuerpo de la pobre muchacha. Con el paso de los días parecía que Beto empezaba a volverse loco pues el decía que siempre, su amada Ángela venía hasta su cama todas las noches y le recordaba la promesa.

Dos años después Beto era totalmente diferente se había vuelto alcohólico y seguía diciendo que Ángela venía a visitarlo todas las noches, sus amigos estaban muy preocupados de tan solo verlo así hasta que una noche salió disparado de su casa y comenzó a correr hacia el río diciendo que Ángela lo llamaba, que debían estar juntos, justo detrás de él sus amigos corrían tratando de detenerlo pero al llegar al río todos vieron claramente que Ángela estaba parada ahí, en el mismo lugar donde dos años atrás se había suicidado, parecía más delgada que antes y la palidez de su rostro era tan blanco como la cera. Sin dar la más mínima muestra de terror Beto se le acercó y después de un prolongado beso, ambos saltaron a las furiosas aguas para así estar juntos por siempre. 
Después de ese episodio nadie quiso decir nada al respecto no podían creer que todo eso hubiese sucedido, en cuanto a Gladys, ella no se salió con la suya como todos creían pues seis meses después la encontraron muerta en su cama con los pulmones inundados de agua de río.

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